Cualquiera habla del Transantiago...

Aparece Jovino Novoa en Medianoche hablando sobre el tema de moda: Transantiago.

En su discurso alude a la "indignidad" del nuevo sistema para los habitantes de la ciudad. Y como ejemplo se le ocurre decir que el sistema antiguo permitía que las personas viajaran con más comodidad, como si a eso de las 7 de la mañana no pasaran las micros llenas desde su lugar de origen, con gente colgando y con las puertas abiertas.

Jovino Novoa, un hombre que no conoce el Metro, opinaba sobre los manoseos en el transporte capitalino. Un hombre que desde los 70's era conducido por la ciudad por un uniformado en un vehículo oficial. Ni siquiera hoy es posible verlo siquiera caminando más de 50 metros a su automóvil con chófer.

¿Cómo estas personas pueden representar a la ciudadanía en un tema como el transporte público? ¿Opinando sobre la gestión de un modelo en el que se negó a participar, para el cual nunca se ofreció propositivamente para construirlo?

Dice "Desde Diciembre ellos (¿la concertación?) han estado sacando los asientos del Metro, porque sabían que los atochamientos se iban a producir"... Cierto... pero porque los asientos del metro permiten que se siente una persona en el espacio que ocupan 4 de pié.

Nadie discute que el sistema había que reformarlo. Hoy se ven muchas menos micros y con el tiempo se racionalizará de mejor manera el flujo de las máquinas. Ello ha permitido que la contaminación acústica y por partículas hayan disminuído ostensiblemente.

Ya no es posible asaltar las micros a menos que el blanco sean los pasajeros. Ya no se ven máquinas corriendo por captar pasajeros. Hay menos accidentes provocados por exceso de velocidad o conducción irresponsable de los microbuses.

Siguen habiendo accidentes, pero suelen ser provocados por fallas mecánicas.

Es decir, los principales objetivos del plan de transporte urbano están siendo logrados.

Y sin embargo los medios se han ensañado con un plan de transportes que al cabo de 3 semanas prácticamente ha solucionado la totalidad de sus problemas y al cabo de un par de meses será tan óptimo su funcionamiento que nadie se preocupará de que sea noticia. Ya no aparecerán los medios asuzando al público para que diga que lleva 4 horas esperando micro o lo malo que es el sistema en general. Pero si a la misma persona se le consulta si en ese mismo momento ha tenido
problemas, en muchos casos no sabrá cómo reaccionar, porque ha sido motivado a responder que lo ha pasado mal. Porque todo el mundo dice que lo ha pasado mal. Y en realidad, salvo ocasiones puntuales y traumáticas, no ha tenido mayores problemas con la locomoción. Al menos
no más de los que tenía antes, con las micros amarillas.

Además, ahora es más barato andar en micro. Si no pregúntenle a alguien que haga 3 transbordos para llegar desde San Bernardo hasta Quilicura. Si lo ha planificado bien, ese recorrido ahora le cuesta $380 y poco más de 70 minutos o menos, mientras con el antiguo sistema le significaban $1.140 y 90 minutos.

Iván Núñez, el periodista de TVN, intentaba con su mejor buena fe ayudar al dubitativo senador UDI a contestar preguntas hechas a la medida para un detractor del sistema, y aún así, Novoa quedaba en evidencia, porque sencillamente no sabía siquiera de qué se trata Transantiago, aún perteneciendo Novoa a la comisión de Transportes del Senado.

Lo mismo ocurre con Iván Moreira y otros detractores furiosos, que mal intencionados, prefieren apoyar a sus amigotes de siempre, el mismo gremio que desencadenó los tristes hechos que llevaron al fin de la UP y que fueron pilar fundamental del boicot económico interno entre 1972 y 1973: El Transporte.