
Más real que lo real.
Algo pasó en los 90's, porque de pronto todos esos textos que habían sido escritos desde los 60's comenzaron a tener una vigencia asombrosa, no sólo los relativos a los escenarios tecnológicos en los que se desarrollan las historias en CF, sino especialmente los que relataban posibles mundos maquinizados, deshumanizados y gobernados hegemónicamente por fuerzas sutiles a veces, otras brutales, que serían capaces de intervenir todos los aspectos de la vida del hombre.
Los universos llamados distópicos (en contraposición a los utópicos) o catastróficos, impregnados por la debacle medio ambietal provocada por la tendencia del hombre a transformar irresponsablemente todo lo que toca, por regímenes políticos o sociales carentes de respeto por la humanidad, el humanismo y la identidad de los pueblos o el valor de la intimidad personal, se ven ya no como posibilidades, sino como una certeza más real que la propia realidad.
Eso puso nuevamente a la CF en una importante posición de género destinado fundamentalmente a la denuncia con una fuerte vocación humanista. Se revalora este género desdeñado, a veces con justa razón, y comienza a inspirar reflexiones filosóficas novedosas respecto de temas que hasta el momento no habían sido abordados.
Sin embargo no siempre fue así.
La Edad de Oro.
Los primeros tiempos de la CF rallaban más en la fantasía futurista y caballeresca que en lo que se acaba de exponer. Este período, ubicable más o menos entre la década de 1920 y la de 1950 es llamada "La edad de oro" de la CF. Publicada en revistas baratas, realmente hay poco que rescatar de este período, cuyas aventuras se parecían mucho a lo que más tarde serían las cinematográficas y televisivas historias adolescentes de "La guerra de las Galaxias" o "Perdidos en el espacio". Este período, no carente de buenísimos relatos, está plagado de argumentos pueriles y con escaso o nulo rigor científico. Hacen nata los paladines espaciales, los cowboys galácticos y las doncellas en peligro, entre armas láser y monstruos extraterrestres.Isaac Asimov, uno de los más notables y el más prolífico autor del género, ha antologado de muy buena forma este período en su serie "La edad de oro de la Ciencia Ficción", de la que les comparto el primer volúmen (único que poseo en formato electrónico).
Descargar el e-book: http://rapidshare.com/files/20984926/Asimov__Isaac_-_La_edad_de_oro_I.pdf
De Imperios Galácticos.
Siempre la CF ha tenido tendencia a la espectacularidad de los Imperios Galácticos. Sin embargo, fue a contar de los 50's que esta rama se instaló definitivamente en el imginario colectivo.
Los imperios galácticos no deben ser tomados tan en serio... aunque a veces sí.
En general, los escenarios galácticos y futuristas, repletos de naves espaciales, planetas desconocidos y combates con armas láser suelen ser sólo una escusa para hablar de otro tema. Ya veremos cómo los escenarios son usados especialmente para hablar de política o ambientalismo en su momento. Con las buenas narraciones sobre imperios galácticos pasa exactamente lo mismo, ya que la buena CF posee varios niveles de lecturas, lo que obliga al lector a ver debajo del agua para captar lo que hay un poco más allá de lo inmediatamente evidente. Este subtexto puede llegar a ser de tal calidad, que ha inspirado estudios serios sobre el tema que aborde.
La mayor parte de los autores, especialmente los más jóvenes y los más viejos en ese período ilustraban realidades fantásticas e imposibles, en las que era posible ver "tipos armados de corazas con hachones, bebiendo en grandes copas y conduciendo caballos de guerra hacia las naves espaciales antes de precipitarse a través del espacio a muchas veces la velocidad de la luz" (Brian Aldiss). Muchas veces extrapolan leyendas muy terrestres y las ubican en los confines del universo.
Sin embargo, muchos relatos poseen una contextualización distinta, evidenciando los grandes temores sociales de la época: El imperialismo Estadounidense, la Guerra Fría y la Paranoia Nuclear.
Una excelente antologación del tema es la que hizo Brian Aldiss. En este link, además, les comparto otros textos del autor.
http://rapidshare.com/files/20990021/Brian_W_Aldiss.rar
No son pocas las ocasiones en que se construyen universos literarios completísimos y muy posibles, orientados más bien al análisis sociológico que a la simple aventura caballeresca. Es el caso de la larga serie "Fundaciones" de Isaac Asimov.
"El Imperio Galáctico se derrumbaba.
Era un Imperio colosal que se extendía a través de millones de mundos, de un extremo a otro de la inmensa espiral doble que era la Vía Láctea. Su caída también sería colosal, y además prolongada, porque debía abarcar un enorme período de tiempo.
Había estado derrumbándose durante siglos antes de que un hombre se diese realmente cuenta de ello. Aquel hombre era Hari Seldon, el ser que representaba la única chispa de esfuerzo creador que subsistía en la decadencia general. El fue quien desarrolló y llevó a su punto culminante la ciencia de la psicohistoria.
La psicohistoria no trataba del hombre, sino de las masas de hombres. Era la ciencia de las muchedumbres, de miles de millones de personas. Podía prever las reacciones a diferentes estímulos con la misma exactitud que una ciencia menor predecía el rebote de una bola de billar. La reacción de un hombre se podía vaticinar por medio de las matemáticas conocidas, pero la de mil millones era algo distinto." (Isaac Asimov. Fundación e Imperio.)
Muchas veces he pensado que Asimov no hace más que predecir, basándose en observaciones de ciertos ciclos históricos, la decadencia y caída de nuestra propia civilización, llamando la atención como una voz de alerta para que se puedan ver los signos de nuestra propia destrucción.
Este link contiene toda la serie, incluyendo las continuaciones contemporáneas de la saga, que fueron encargados a David Brin, Greg Bear y Gregory Benford:
http://rapidshare.com/files/21001266/Isaac_Asimov_-_Fundaciones.rar
Más humanos que los humanos.

Sobre los robots y la ciencia ficción hay mucho que decir, pero por ser tan evidente su inicial vinculación a la fantasía más que a la ciencia, prefiero orientar mi comentario hacia las interesantes observaciones relativas a la aparición de virtudes humanas en seres inorgánicos dotados de inteligencia artificial.
Alan Turing, filósofo y matemático inglés, quien junto a Norman Wiener inventaron el concepto de Informática, elaboró un método algorítmico para definir si un artefacto tenía o no la capacidad de "sentir". Desde ese momento, la CF se ha preocupado enormemente por este tema, cada día más cercano, y que a los humanos parece llenarnos de incertidumbre.
El test de Turing, que se muestra en parte en la gran película "Blade Runner", es usado para identificar a los ciborgs, réplicas exactas de los seres humanos, que sorprendentemente adquieren espontáneamente la capacidad de sentir, amar y sobrevivir, todos aspectos que no estaban considerados en su programación original y que, por otra parte, la humanidad ha proscrito no sólo de la programación de sus esclavos mecánicos, si no también de sus propias relaciones sociales.Blade Runner se basó fundamentalmente en los relatos "Sueñan los Androides con Ovejas Espaciales" y en "Los Simulacros" de Philip K. Dick. Pero también en toda la iconografía que la CF ha construído al respecto.
Los Robots no sólo son un ingrediente sabroso de la CF, en ellos también es posible encontrar nuevamente alarmas acerca de nuestras propias conductas sociales individualistas, insensibles y sin compasión. La segregación y el miedo a lo distinto son tópicos frecuentes en esta vertiente, y finalmente, la evidencia de la superioridad de la creación humana respecto de sus propios creadores.
Los robots razonan y sienten. A veces nos destruyen, generalmente por causa nuestra, pero la mayor parte del tiempo vienen a rescatar a sus creadores de su propia autodestrucción, o al menos, a avisarles acerca del peligro que corren. Y esto es lo interesante de ellos en la CF, a mi gusto.
Otras veces la inteligencia artificial adquiere escalas cósmicas, como la gigantesca computadora de Asimov, llamada Multivac, que en un impresionante y sencillo relato ("La última pregunta") alcanza el estatus del Dios creador en busca de una solución contra la entropía universal.
Sobre los robots, todos los textos citados:
http://rapidshare.com/files/21010368/Robots.zip
Futuros Presentes.
La distopia social.
Brutales predicciones sutilmente ciertas son las que se vierten en las célebres páginas de algunos textos que hoy se han transformado en textos de estudio para el análisis sicológico y sociológico.
Son verdaderos clásicos no ya de la anticipación científica, si no más bien, de la anticipación histórica, social y política. "1984" de George Orwell, "Farenheit 451" de Ray Bradbury, "La Naranja Mecánica" de Anthony Burguess y "Un mundo feliz" de Aldous Huxley quizá son los más grandes y citados relatos sobre el tema. Todos tratan sobre lo mismo.Esencialmente, estas narraciones se desarrollan en un mundo donde el Estado ha asumido el control absoluto de las relaciones sociales y las conductas individuales, manipulando la cultura y la información para mantener cierta sensación de equilibrio o felicidad permanente.
Estos relatos son producto directo de su época y sin embargo poseen una actualidad pasmosa. En plena guerra fría, estos autores revelaron sus propios temores a los totalitarismos frente a la capacidad de los gobiernos de construir un mundo virtual repleto de engaños, cazas de brujas y una condición de guerra permanente, lejana y paranoica, condición que hoy vivimos como pan de cada día. Eran visiones críticas personalísimas, pero como lo dijo el poeta Jefferson, de tan subjetivo, se vuelve universal.
En estos últimos años hemos asistido a las más sofiticadas formas de invasión de la intimidad, ya sea por parte del Estado alentado por el fascismo postmoderno, como por las grandes compañías prestadoras de todo tipo de servicios. ¿A quién no lo llaman si se atrasó un solo día en pagar alguna cuenta?. La inseguridad adquirida a través de los medios de propaganda nos ha sumido en una constante paranoia, por la que aceptamos ser vigilados permanente. Las imposiciones de la moda comercial nos uniforman y la educación práctica y materialista ordena hasta tal punto el pensamiento, que casi no queda espacio para la verdadera divergencia. Sin darnos cuenta nos convertimos en una masa de seres deshumanizados y sutilmente manipulados viviendo en un aparente mundo feliz.Esta lectura no es recomendable para depresivos.
En este link, los libros recomendados:
http://rapidshare.com/files/21018155/Distopia.zip
La venganza de la naturaleza.
Otro tópico frecuente de la CF son los desastres naturales. Algunas veces la amenaza es exterior, como cuando nos vemos amenazados por meteoritos que chocarán contra la tierra, o el mismo cuerpo celeste trae en su interior un virus para el cual no existe cura en la tierra.Pero nuevamente, me parece más interesante cuando la literatura se compromete y hace una advertencia acerca de los peligros de nuestro manejo irresponsable de los recursos y nos ponemos en riesgo una y otra vez destruyendo nuestro medio ambiente.
En "Cronopaisaje", el genial Gregory Benford novela una historia que mezcla de la mejor forma posible la comunicación con el futuro y la alerta ambiental. Siempre queda la impresión que de los futuros posibles, suele ser más probable el peor.
Pero muchas veces la humanidad logra sobrevivir y se dedica a poblar y depredar otros planetas. De eso se trata en el trasfondo la saga DUNA, de Frank Herbert.
Link con estos libros:
http://rapidshare.com/files/21023445/La_venganza_de_la_naturaleza.rar
Eso por ahora. Espero poder continuar compartiendo ideas sobre la CF en una nueva oportunidad, porque quedan muchos otros tópicos interesantes.

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