lunes, 17 de noviembre de 2008

Murió un grande: Adiós a Luisin Landáez, el rey de la cumbia.

Murió el cantante de La Piragua Luisín Landáez

El cantante venezolano Luisín Landáez, conocido por interpretar cumbias como La piragua y Macondo, murió víctima de un paro cardíaco en Santiago de Chile, ciudad en la que se había radicado desde hace varios años. Tenía 77 años.

El artista murió el domingo en un hospital de la capital chilena donde se encontraba internado por problemas renales y de diabetes.

Luis Felipe Landáez, su verdadero nombre, nació en Higuerote, en 1931, y desde pequeño emigró a Caracas. Durante su juventud, trabajaba en un taller mecánico familiar y en las noches se dedicaba a su verdadera pasión: la música. Su preseverancia lo llevó a tener varios triunfos radiales y de inmediato entró en los circuitos profesionales de su oficio cuando acababa de cumplir 21 años.

Tras trabajar junto a agrupaciones como la Billos Caracas Boys y la Orquesta de Luis Alfonzo Larraín, el músico inició su carrera como solista hacia finales de los años 50'. Compartió tarima con personalidades como Benny Moré, Agustín Lara, Tito Puente o Nat King Cole.

Para 1960, empezó a girar por los escenarios internacionales y se presentó en Colombia, Ecuador, Perú y Chile en donde se instaló y se convirtió en toda una referencia musical. Partidario del presidente Salvador Allende, abandonó el país tras el golpe militar de 1973. Restablecida la democracia retornó al país la década pasada y realizó presentaciones hasta hace cuatro años.

Fuente

Aunque venezolano de nacimiento, Luisín Landáez ha sido un personaje clave para la música chilena, y uno de los responsables de la penetración de la cumbia en este lado del mundo.

Iniciado en su país como cantante de orquestas, llegó a Chile en 1962, y aquí se quedó quince años. Desde mediados de la década de los '70 alterna su residencia entre Chile y Venezuela, y cumple escasas, aunque regulares, presentaciones en vivo, en las que recrea el inmortal repertorio que él acuñó en Chile hace más de cuarenta años, y que tiene en sus versiones para los temas "Macondo" y "La piragua" sus más grandes aportes.

Un crooner en Caracas
Luis Felipe Landáez nació en la ciudad costera de Higuerote, en el estado venezolano de Miranda, en 1931. De niño emigró con su familia a Caracas, donde trabajó en la construcción y en la reparación de automóviles, al mismo tiempo que ejercía su oficio musical en bares y plazas. El triunfo en un concurso radial de la emisora Continente, una de las más importantes de Venezuela, le permitió ingresar a los circuitos profesionales de la música cuando acababa de cumplir los 21 años.

Junto con su trabajo en la radio, Luisín Landáez se convirtió en el crooner de distintas orquestas venezolanas, como la Billos Caracas Boys o la Orquesta de Luis Alfonzo Larraín, entre otras. Este recorrido culminó a fines de los años '50, cuando decidió iniciar su historia como solista.

Fue entonces que Landáez comenzó a presentarse en hoteles caraqueños, como el Tacanacos, compartiendo escenario con los más grandes nombres de la música internacional de entonces: Benny Moré, Agustín Lara, Marianito Mores (de quien rechazó una invitación a Europa), Tito Puente o Nat King Cole.

El ejemplo de tan grandes estrellas lo llevó a organizar sus propias giras a contar de 1960, con las que llegó a presentrarse en Colombia, Ecuador y Perú, e iniciar un peregrinaje que lo llevó a aterrizar en Chile en julio de 1962. Llegaba a Santiago invitado por la famosa compañía de espectáculos "Bim Bam Bum", del teatro Ópera. Su contrato decía "8 días".

Sensación de la cumbia en Chile
Hasta entonces, Luisín Landáez incluía en su repertorio distintos ritmos tropicales, sobre todo de Cuba (bolero, guaguancó, guajira), sonidos que en Chile ya habían popularizado las grandes orquestas como la Huambaly o la Ritmo y Juventud . Por eso, el cantante venezolano acentuó en sus presentaciones la presencia de la cumbia colombiana, que apenas se conocía, y que causó sensación en el público local.

Dos años después —y casi al mismo tiempo que la La Sonora Palacios con su Explosión en cumbias —, Landáez grabó su primer largaduración: Las cumbias de Luisín (1964), un álbum editado por RCA, en el que incluyó clásicos como "La piragua" o "La banda borracha", además de temas propios. La popularidad de sus canciones estableció, así, uno de los puntos de partida para que la cumbia llegara a convertirse en el ritmo tropical más popular de Chile.

Al respecto, le comentaba hace unos años al sitio "La Música", de Emol: "El chileno es muy tímido, sí, pero eso se ha superado. Cuando llegué aquí la gente bailaba tiesa. Ahora ya están sueltos de cintura, tanto el hombre como la mujer. Antes, la gente ni sabía quién era Rubén Blades".

El éxito lo llevó a grabar más discos en los años siguientes, en una lista de registros casi imposible de rastrear y que suma al menos 45 títulos. Trabajos con músicos chilenos como Valentín Trujillo y Daniel Lencina (en el disco El cheverísimo Luisín ); una versión en clave tropical de la famosa cueca popularizada por Los Perlas "El guatón Loyola"; y una intensa agenda de presentaciones a lo largo de Chile son algunos de los ingredientes que distinguieron los años siguientes del trabajo del venezolano en el país.

Su participación en un masivo acto de la Unidad Popular, en plena Alameda (y en el que terminó accidentado, por caerse del escenario), llevaron a muchos a identificar al cantante con el gobierno de Salvador Allende; una asociación que, naturalmente, no le vino nada bien tras la llegada de los militares, en 1973. Hasta ese momento, Luisín Landáez era parte de la abundante agenda nocturna de Santiago en lugares como la "Taberna Capri", el "Tap room" o "El pollo dorado", espacios cuyo cierre determinó el retorno del cantante venezolano a su país, por primera vez desde su llegada en 1962.

Hacia fines de los años '70, Luisín Landáez reapareció en los locales nocturnos de Santiago, y en espacios televisivos como el de "Sábados Gigantes". Si bien su posición en la primera línea de la música tropical ya no era la misma de antes, su actividad nunca se detuvo. Sin embargo, desde entonces dividió su tiempo y trabajo entre Chile y Venezuela, país, este último, en el que el músico incluso ha llegado a ser dirigente sindical de su gremio.

Hoy son las parrilladas y los locales nocturnos el escenario natural de Landáez, que en los años '90 fue recuperado en toda su influencia por nuevas generaciones de músicos. En 1993, Sexual Democracia lo invitó a participar en su disco Sudamérica suda para interpretar con ellos el famoso "Macondo" (síntesis bailable de la clásica novela de Gabriel García Márquez Cien años de soledad , que el propio Luisín popularizó en Chile a fines de los '60). El tema tuvo una sorpresiva rotación radial y demostró el buen estado vocal del cantante, que pocos años después también participó en las fondas organizadas por el grupo Los Tres .

Hasta ahora Landaez se presenta regularmente con una nutrida banda de músicos, y aunque hace años no registra material nuevo, su lugar en la historia de la música tropical en Chile está absolutamente ganado De hecho, como él asegura, lo que los chilenos tocan como cumbia no es tal: "Lo que hacen las sonoras en Chile en realidad es corrido mexicano".


—Jorge Leiva , musicapopular.cl

No hay comentarios: